AUTOR: Enrique López Albujar
GENERO: Narrativo
ESPECIE: Cuento
PERSONAJES:
- PRINCIPALES
§ José Manuel, Matalaché: es un esclavo que acepta su rol como encargado de la hacienda; pero en definitiva no tiene nada que envidiar a sus superiores ya que es audaz.
§ María Luz: hija de don Juan Francisco, intenta rechazar los prejuicios raciales y las normas sociales con las que fue educada. Amor de José Manuel.
- SECUNDARIOS
§ Don Juan Francisco: tenía dos opiniones extremas sobre los esclavos: opina que deben ser elevados a la condición de humanos y la otra, no eran muy diferentes a los animales.
§ Don Baltazar Rejón de Meneses: interesado en el hacendado, Matalaché, a quien lo consideraba un esclavo de prestigio.
§ Rita: la esclava de don Baltazar, quien ayuda a María Luz a planear el encuentro con José Manuel.
§ Casilda: nodriza de la casa de don Juan Francisco, encargada de todas las labores de la casa.
§ Martina: enfermera, es quien le confiesa a don Juan Francisco el embarazo de su hija.
§ Nicanor de los Santos: curandero, el competidor de guitarra de José Manuel, quien le ganó.
- REFERENCIALES
§ El cura Sota.
§ José Clemente Merino.
§ Los esposos Seminario.
§ Don Miguel Jerónimo.
TÉCNICA NARRATIVA QUE SE EMPLEÓ EN LA OBRA
La obra está narrada en tercera persona.
LENGUAJE DEL AUTOR
El lenguaje del autor es expresivo, claro y sobrio. El lenguaje de los personajes es popular del ámbito de los esclavos negros y de los patrones es estándar popular y vulgar.
RESUMEN DE LA OBRA
Don Baltazar Rejón de Meneses visita a su amigo don Juan Francisco Ríos de Zúñiga, con la única intención de pedirle que el llamado Matalaché embarace a su esposa Rita. El favor escandaliza un tanto a don Juan Francisco, pero finalmente acepta que Rita pase un tiempo en compañía de José Manuel en el empreñarero, por ser esta la costumbre de la época. Aunque después no permite que vuelva a ocurrir. Además en la conversación de ambos hacendados se hace referencia a las relaciones entre amos y esclavas, y que su práctica genera cruces raciales y deshonra familiar.
Matalaché, José Manuel, cumple la función de reproductor para su dueño; él es un esclavo diferente a los demás, era capataz de la hacienda, no era ignorante, poseía cualidades de gente decente.
La Tina es una hacienda que posee dos zona bien definidas: al norte, la sección dedicada a los cueros con una tenería, una ramada, corrales y un molino; al sur, la fábrica de producción de jabón con sus enormes tinas y hornos. Eran lugares de reclusión y asilamiento, y verdaderos centros de exilio y el amo interesado en sacar de la “máquina humana” el mayor rendimiento posible. El capataz siempre estaba detrás de los esclavos exigiéndoles, inhumano con su correa, y al igual que los empleados trabajando once horas, alimentados con una dieta insana.
La hija de don Juan Francisco, quien acababa de llegar a Piura enviada por sus familiares de Lima, pronto tienes interés de conocer la hacienda. Su guía será el capataz José Manuel. El paseo se convierte en una experiencia poco agradable para la joven, ya que tiene que apreciar el penoso trabajo en la curtiduría y en la jabonería. María Luz, una joven muy hermosa que los hombres deseaban, rechazaba los prejuicios raciales y las normas sociales con las cuales fue educada. Desde entonces María Luz es muy condescendiente y antes de utilizar el término “esclavo” prefiere llamarlo por su nombre. Cuando José Manuel se compromete a trabajar en el oratorio y hacer unas zapatillas para ella, entonces María Luz opta por tutearle, y le trata de mostrar aprecio y no ofensa. Desde ese momento se sienten atraídos.
Después ocurren muchos hechos como la competencia entre José Manuel y Nicanor, a duelo con la guitarra y canto, el cual ganó José Manuel. Él se sentía seguro de poder ganara porque tenía el amor de María Luz, se habían confesado el uno al otro su amor, la relación ya estaba consumida en el acto sexual. Ella angustiada por el desenlace de la competencia, reza pidiendo por ese hombre bueno e infeliz, con cuya libertad jugaban los hombres como el viento con los hojas.
Tan pronto como María Luz descubre que ha quedado embarazada, siente remordimiento. Su relación con José Manuel ya no es como antes, se ha deteriorado. Siente su reputación enlodada y el apruebo de las personas, sabiendo sus pensamientos, la perturban, prefiere la muerte y no el aborto, el cual le ofrecen sus esclavas. Otras son sus preocupaciones como el nombre de la familia, la sociedad y todo aquello que no cree poder afrontar. Para don Juan Francisco la noticia de esta relación, y peor aún el embarazo de su hija, es devastadora, Martina le revela la verdad.
Vemos después la transformación de don Juan Francisco, atraviesa un proceso de deshumanización en que sale a reducir la idea de superioridad racial y de pureza étnica. Ante los ojos del hacendado, José Manuel deja de ser un fiel capataz para convertirse en un objeto, está al mismo nivel de los otros esclavos. El patrón ordena, entonces, arrojar al esclavo a una tina hirviendo de jabón, no sin antes, José Manuel alega por última vez hacia Juan Francisco: “el esclavo es usted don Juan, que se deja arrastrar por la soberbia, como el demonio, así son todos los blancos.” Don Juan harto de todo y lleno de ira , ordena lo arrojen. José Manuel le dice: “Usted va hacer jabón conmigo, que le sirva para lavarse la mancha que le va a caer y para que la niña María Luz lave a ese hijo que le dejo, que seguramente será más generoso y noble que usted, como que tiene sangre de Sojo.” Dicho eso, lo arroja a la tina y se oye un grito estridente que puso el alma de los esclavos con una loca sensación de pavor.
Quince días después las puertas se encontraban cerradas y sobre éstas decía: “Se traspasa.”