Por estos dos motivos, Adviento se presenta como un tiempo de piadosa alegre esperanza”
Extractado de La Palabra de Dios en Adviento / Año B en material para Adviento de la Conferencia Episcopal de Chile: ¡Ven, Señor Jesús! Adviento: Tiempo Para La Esperanza Celebración Litúrgica de Adviento para Sacerdotes y Equipos de Liturgia Parroquiales.
Adviento es un tiempo cuyo nombre (adventus) significa “venida”. Al revivir la espera gozosa del Mesías en su Encarnación, preparamos el Regreso del Señor al fin de los tiempos : Vino, Viene, Volverá.
“El tiempo de Adviento tiene dos características: es a la vez un tiempo de preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la primera Venida de Hijo de Dios entre los hombres, y un tiempo en el cual, mediante esta celebración, la fe se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos.
(Calendario Romano n.39)
Adviento, un tiempo para vivir y celebrar, bajo el signo de “encuentro” entre un Dios que viene al encuentro del hombre, y el hombre en busca de Dios.
Las Fiestas del Advenimiento
Los domingos de Adviento, las festividades de Navidad y la evocación del bautismo de Jesús, forman un conjunto que podemos llamar la celebración de la Venida del Señor, recordando que la palabra “Adviento” significa justamente “advenimiento, venida”.
Navidad recuerda la Venida del Salvador en la humildad de nuestra carne humana y se desarrolla en múltiples facetas: no sólo la Venida del Niño (noche de Navidad) y el misterio de Verbo hecho carne ( Navidad día), sino también, Dios entrando en el tejido de las relaciones familiares (Santa Familia), y Dios resaltando la misión de María (1° de Enero).
La Epifanía, mucho más celebrada en las Iglesias de Oriente, nos revela el alcance universal de la Venida de Dios entre los hombres mientras, que el Bautismo inaugura la misión concreta de Jesús, el Salvador: el Espíritu Santo lo consagra como enviado de Dios, al descender sobre Él en su forma visible.
Los Cuatro Domingos de Adviento
Primer Domingo
Mamá: Señor Jesús, estamos reunidos, como familia, alrededor de esta hermosa Corona que con tanto cariño hemos preparado. Estamos esperando tu venida y queremos preparar nuestro corazón para recibirte, lo hacemos en unión con todos los que sufren, especialmente con las familias pobres y desamparadas. Ayúdanos, Señor, a permanecer unidos y a ser fieles a Ti, Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos.
Todos: Amén
Pueden cantar una estrofa del canto: "Ven Señor no tardes"
Bendición de la Corona
Papá: Bendecir significa "decir bien", es pedir, la intervención de Dios mediante palabras y gestos. Como padre de familia, los invito a invocar una bendición sobre esta Corona de Adviento, de esta manera estamos subrayando el significado religioso que ella tiene para todos nosotros.
Dice en voz alta:
"La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que estamos en las tinieblas del egoísmo, del dolor y del pecado.
Llenos de esperanza en su venida hemos preparado con gran cariño esta corona, la hemos hecho con ramas verdes de nuestra tierra, para que nos acompañe en nuestro hogar en este tiempo de preparación para la venida de tu Hijo.
Te pedimos, Señor que, al ir encendiendo estas velas nos ilumines a todos nosotros con ese esplendor de aquel que, por ser luz del mundo, iluminará todas las oscuridades.
El que vive y reina por los siglos de los siglos”.
Todos: Amén
Se acerca a la corona y enciende la primera vela
Todos cantan otra estrofa del canto "Ven Señor no tardes
Los que deseen, espontáneamente, elevan súplicas al Señor. Por ej.
Mamá: Pidamos al Señor para que visite nuestro hogar y nos honre con su presencia. Roguemos al Señor.
Todos: Escúchanos Señor, te rogamos
Hijo: Te pedimos Señor por todos nuestros familiares, especialmente por nuestros primos y primas. Roguemos al Señor
Todos: Escúchanos Señor, te rogamos
Hija: Te pedimos por mi papá y mi mamá, para que siempre se quieran mucho y nos den buenos ejemplos. Roguemos al Señor
Todos: Escúchanos Señor, te rogamos
Segundo Domingo
Cada familia ha de crear un esquema para este momento teniendo muy presente la breve motivación, algunas súplicas al Señor y el momento importante de encender la vela.
Al encender la segunda vela:
Hija: Dios Padre, nos reunimos este momento en familia para continuar preparando con alegría la venida de tu Hijo Jesucristo. Ayúdanos a ser una familia unida y a confiar en tu bondad.
Tercer Domingo
Al encender la tercera vela:
Hijo: Estamos en el tercer domingo de Adviento esperando la llegada de nuestro Señor. Como familia queremos prepararnos para acogerte.
Te pedimos que nos ayudes a ser más sencillos y generosos, a vivir alegres y a saber perdonarnos.
Todos: Amén.
Cuarto Domingo
Al encender la cuarta vela.
Mamá: Estamos cerca de Navidad, a lo largo de estas semanas nos hemos reunido como familia en torno a esta Corona de Adviento. La venida de Cristo y su presencia en el mundo es ya un hecho. Con alegría y esperanza nos preparamos para celebrar esta hermosa fiesta.
* Se toman de las manos alrededor de la Corona y rezan un Padrenuestro"
Luego ella misma o alguno de la familia enciende la cuarta vela y dice en voz alta:
Señor Jesús, te esperamos con cariño y alegría, te esperamos con sencillez y humildad. Queremos que todos los pueblos de la tierra puedan contemplar la luz de tu rostro, queremos que ilumines a todas las personas, especialmente a los enfermos, a los que viven tristes, a los que sufren. Ilumina Señor nuestro hogar para que todos los que aquí vivimos demos testimonio del amor que Tú nos tienes. A Ti la gloria por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
CORONA DE ADVIENTO
Entre los muchos signos de este periodo quiero destacar, uno que bastante significativo, para el importante acontecimiento que vamos a celebrar y para la integración de la familia, me refiero a la Corona de Adviento.
Esta Corona se confecciona con ramas verdes, pero sin flores. El ideal es que la base sea de un material sólido, para que se puedan colocar las velas sin que se caigan. Recuerden que se usan cuatro velas de colores vistosos, (litúrgicamente pueden ser tres moradas y una color fucsia o rosada para el tercer Domingo de Adviento) que se van encendiendo, una a una, cada Domingo hasta completar las cuatro semanas. La luz de cada vela nos va indicando el camino que debemos recorrer hacia la luz plena de Navidad. La luz ilumina, nos aleja del miedo, de los peligros, es símbolo de Jesucristo, Luz del mundo, Luz de las naciones.
En la Corona de Adviento se simboliza la esperanza de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte. La pedagogía de este signo es, sin duda, una verdadera presencia del Señor en nuestro hogar.
Dentro de mi familia, hemos optado por hacer una corona que cuelgue desde el techo, más que una que se ponga sobre la mesa, en todo caso, lo importante es confeccionar este signo pero no para tenerlo de adorno sino que para ir rezando, juntos, y en familia, cada Domingo hasta la Navidad. Veamos, a continuación, unas sencillas sugerencias para aplicar en la casa:
Oración en familia:
Para iniciar este momento de oración, se reúne toda la familia alrededor de la Corona de Adviento. El papá o la mamá, cada domingo, ha de motivar a los demás integrantes a vivir con alegría y respeto este momento.
Un par de sugerencias:
Además de las cuatro velas que se han encendido durante el Adviento, se puede agregar una quinta vela de color blanco en la noche de Navidad para que permanezca allí hasta que culmine el tiempo litúrgico de Navidad.
También, el año pasado, mirando la Corona de Adviento, poco antes del Año Nuevo y pensando que iba a estar puesta hasta el final del tiempo de Navidad, se me ocurrió que a cada vela, le podía poner un número correspondiente al año, (este año sería 2 0 0 4) y las volvemos a encender las cuatro velas más la quinta de color blanco poco antes de las doce de la noche. Allí, cada uno de nosotros, iluminados por la luz del Señor y el verde de la vida, fue diciendo lo que había significado el año viejo y lo que esperaba para este nuevo año. De este modo, una vez más, invocamos la presencia de Jesucristo en nuestro hogar, ahora al comenzar el nuevo año.
La Corona de Adviento, los importantes momentos de oración cada domingo al encender las velas, la participación de los niños, los papás. El canto, los villancicos, el pesebre, las luces, los saludos, el árbol, los regalos, todo esto ayuda para que este periodo, sea de verdad un tiempo de alegre expectativa y de esperanza en un mundo nuevo y mejor.